jueves, 27 de marzo de 2008

preparación del viaje

Empezamos a preparar nuestro viaje a China después de Navidades, en Enero, cuando nuestros amigos se fueron a Beijing. Van a estar allí trabajando  para los Juegos Olímpicos hasta octubre y decidimos que no podíamos dejar pasar la oportunidad de ir a visitarles.

 

Empezamos comparando los precios que ofrecían los paquetes de viajes organizados y cómo nos saldría hacerlo por nuestra cuenta. Después de mucha investigación decidimos que nos saldría a cuenta hacerlo por nuestra cuenta.

 

¿Lo primero? Decidir de cuántos días sería el viaje y qué queríamos ver: 15 días: Beijing, Pingyao, Xi’an, Guilin y Shanghai (Si había tiempo haríamos una excursión a Hanzhou).

 

Las fechas del viaje nos presentaron un pequeño problema. Nuestra idea inicial era ir en Mayo, aprovechando los puentes y así gastar menos días de vacaciones. Cuando ya teníamos más o menos todo el itinerario calculado y visto los precios y todo, nos enteramos de que las fechas que habíamos elegido eran particularmente malas para hacer turismo en China. El primero de mayo es la fiesta del trabajo en China y allí lo celebran tooooda la semana. Cinco días de vacaciones nacionales para los chinos, que aprovechan para moverse, hacer turismo e invadir su propio país en masa.

 

Con un movimiento certero y rápido corregimos nuestro error y recalculamos el itinerario, esta vez, hacíendo coincidir las fechas con la Semana Santa. El riesgo de que los chinos celebraran la Semana Santa era ciertamente escaso.

 

Decididas y cerradas las fechas, el siguiente paso fue comprar el billete de avión para Beijing. Decidimos entrar y salir por Beijing porque nuestros amigos viven allí, aunque Shanghai suele ser un poco más barato. Por otro lado, entrar por una ciudad y salir por otra es bastante más caro.

 

Descartamos Hong Kong porque nos subía bastante el presupuesto. Si queréis visitar Hong Kong en vuestro viaje a China, tened en cuenta que, salvo que entréis y salgáis de China por la isla, necesitaréis un visado de doble entrada, que es un poco más caro.

 

El billete lo sacamos por internet y nos costó unos 740 euros. Si lo sacáis con tiempo seguramente lo consigáis más barato. Además, contratamos el seguro de viajes mundo que ofrecía la propia página de lastminute. El seguro está muy bien, es muy completo y cuesta unos 40 euros. Nosotras buscábamos uno que, además de la cobertura médica, la repatriación del cadáver y esas cosas, nos cubriera la anulación, puesto que viajábamos en elecciones y había que cubrirse las espaldas por si nos llamaban como miembros de una mesa electoral.

 

Una vez comprado el billete teníamos por delante la contratación de los hoteles en las diferentes ciudades y los vuelos internos.

 

Habíamos pensado que, para ahorrar algo de dinero en desplazamientos y hoteles, haríamos dos de los trayectos en tren nocturno: Beijing-Pingyao y Pingyao-Xi’an.

 

Los vuelos internos no supusieron ningún problema. Los sacamos por e-long, que desde hace poco, además ofrece la posibilidad de sacar billetes electrónicos. Otra opción es que te los envíen a la ciudad de China que tu elijas, pero necesitas una dirección, o que los recojas tu donde ellos te digan. Nosotras elegimos billetes electrónicos, que es lo más cómodo.

 

Compramos vuelos de Xi’an a Guilin, de Guilin a Shanghai y de Shanghai a Beijing. El más barato es el último, que cuesta unos 94 euros. Los otros dos nos salieron por poco más de 100 euros cada uno.

 

Los trenes, por otra parte, no los pudimos comprar desde aquí. Hay que comprarlos en la ciudad de origen y con un máximo de una semana de antelación. Lo que si se puede hacer desde España es consultar horarios y precios. Nosotras los miramos a través de travelchinaguide.


 


No se los problemas que habrá en temporada alta, pero cuando nosotras fuimos, en marzo, no tuvimos ningún problema. De hecho nos quedamos sin billetes para Pingyao, pero fue por un exceso de confianza: intentamos sacarlos el día antes de irnos, y sólo quedaban plazas de cama dura.

 

Los hoteles los buscamos con varias referencias: La Lonely Planet, diversos blogs de viajes, y varias páginas como Hostelz u Hoteltravel.

 

Pese a que nosotras no estuvimos en ningún International Youth Hostel propiamente dicho, podemos decir que los que hemos visto y visitado tenían una pinta muy buena. Las cafeterías respiraban un ambiente genial, relajado, gente joven de todas las nacionalidades, ideal para conocer gente y compartir las experiencias del viaje, además de intercambiar consejos.

 

En general nosotras buscamos hoteles baratos, pero no los más baratos. El precio medio por persona y noche fue de 10 euros, y los hoteles estaban bastante bien, aseados y confortables. La única excepción fue el de Guilin, pero ya llegaremos a eso.

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